Hoy se cumplen 16 años de la partida de nuestro querido
poeta Pablo Antonio Cuadra
quien durante en vida se destacó como
ensayista, crítico de arte y de literatura, dramaturgo, artista gráfico
e ideólogo nicaragüense. También un día como hoy, hace 70 años muere, Vicente
Huidobro, poeta chileno. Iniciador y exponente del movimiento estético
denominado creacionismo, es considerado uno de los más destacados poetas
chilenos, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, y Pablo de Rokha.
Acá le presentamos algunos poemas selectos de la obra de ambos:
PABLO ANTONIO CUADRA
(Managua, Nicaragua; 4 de noviembre de 1912 - 2 de enero de
2002)
AUTOSONETO
Llaman poeta al hombre que he cumplido.
Llevo mundo en mis pies ultravagantes.
Un pájaro en mis venas. Y al oído
un ángel de consejos inquietantes.
Si Quijote, ¡llevadme a mi apellido!
—De la Cuadra—: cuestor de rocinantes,
y así tenga pretextos cabalgantes
mi interior caballero enloquecido.
Soy lo sido. Por hombre, verdadero.
Soñador, por poeta, y estrellero.
Por cristiano, de espinas coronado.
Y pues la muerte al fin todo lo vence,
Pablo Antonio, a tu cruz entrelazado
suba en flor tu cantar nicaragüense.
(1938)
|
LA NOCHE ESTRELLADA-
VINCENT VAN GOGH |
LA LUNA ES UN POETA EMBRIAGADO
"Jenesuis qu'un viveur lunaire.
LAFORGUE
El bebedor nocturno ha bebido
la alucinante
palabra
ha bebido
la ardiente oscuridad
y cae.
Sobre el mullido azul
ebrio
reposa:
No mira el paso
cauteloso del jaguar
No
advierte
cómo la
indefensa belleza
devorada
fue
por los fieros colmillos luminosos
(¡oh
enemiga
sanguinaria
claridad!)
No advierte, no —al Este y al Oeste—
cómo su sueño enciende la cólera
estelar —y al Norte
y al Sur— multitudes
levantan sus teas
queman
el oscuro
misterio que las hizo visibles.
|
PENUMBRA DE AMOR EN NOCHE
-SAUL NEGELBERG |
LA NOCHE ES UNA MUJER DESCONODIDA
Preguntó la muchacha al forastero:
¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.
Contestó el peregrino: Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.
Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
¡Tócame! dijo. ¡Conocerás la noche!
VICENTE HUIDOBRO.
(Santiago, Chile, 10 de enero de 1893-Cartagena, 2 de enero
de 1948)
ARTE POÉTICA
Que el verso sea
como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos
nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el
ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis
la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un
pequeño Dios.
De El espejo de Agua,
1916.
LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años
Se cansaron de esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
De Últimos poemas, 1948
CANTO II |
Mujer
el mundo está amueblado por tus ojos |
5 |
Se hace
más alto el cielo en tu presencia |
La
tierra se prolonga de rosa en rosa |
Y el
aire se prolonga de paloma en paloma |
Al irte
dejas una estrella en tu sitio |
Dejas
caer tus luces como el barco que pasa |
10 |
Mientras
te sigue mi canto embrujado |
Como
una serpiente fiel y melancólica |
Y tú
vuelves la cabeza detrás de algún astro |
¿Qué
combate se libra en el espacio? |
Esas
lanzas de luz entre planetas |
15 |
Reflejo
de armaduras despiadadas |
¿Qué
estrella sanguinaria no quiere ceder el paso? |
En
dónde estás triste noctámbula |
Dadora
de infinito |
Que
pasea en el bosque de los sueños |
20 |
Heme
aquí perdido entre mares desiertos |
Solo
como la pluma que se cae de un pájaro en la |
( noche |
Heme
aquí en una torre de frío |
Abrigado
del recuerdo de tus labios marítimos |
Del
recuerdo de tus complacencias y de tu |
25 |
(
cabellera |
Luminosa
y desatada como los ríos de montaña |
¿Irías
a ser ciega que Dios te dio esas manos? |
Te
pregunto otra vez |
El arco
de tus cejas tendido para las armas de |
(
los ojos |
En la
ofensiva alada vencedora segura con orgullos |
30 |
( de flor |
Te
hablan por mí las piedras aporreadas |
Te
hablan por mí las olas de pájaros sin cielo |
Te
habla por mí el color de los paisajes sin viento |
Te
habla por mí el rebaño de ovejas taciturnas |
Dormido
en tu memoria |
35 |
Te
habla por mí el arroyo descubierto |
La
yerba sobreviviente atada a la aventura |
Aventura
de luz y sangre de horizonte |
Sin más
abrigo que una flor que se apaga |
Si hay
un poco de viento |
40 |
Las
llanuras se pierden bajo tu gracia frágil |
Se
pierde el mundo bajo tu andar visible |
Pues
todo es artificio cuando tú te presentas |
Con tu
luz peligrosa |
Inocente
armonía sin fatiga ni olvido |
45 |
Elemento
de lágrima que rueda hacia adentro |
Construido
de miedo altivo y de silencio |
|
Haces
dudar al tiempo |
Y al
cielo con instintos de infinito |
Lejos
de ti todo es mortal |
50 |
Lanzas
la agonía por la tierra humillada de |
(
noches |
Sólo lo
que piensa en ti tiene sabor a eternidad |
He aquí
tu estrella que pasa |
Con tu
respiración de fatigas lejanas |
Con tus
gestos y tu modo de andar |
55 |
Con el
espacio magnetizado que te saluda |
Que nos
separa con leguas de noche |
Sin
embargo te advierto que estamos cosidos |
A la
misma estrella |
Estamos
cosidos por la misma música tendida |
60 |
De uno
a otro |
Por la
misma sombra gigante agitada como árbol |
Seamos
ese pedazo de cielo |
Ese
trozo en que pasa la aventura misteriosa |
La
aventura del planeta que estalla en pétalos de |
65 |
(
sueño |
En vano
tratarías de evadirte de mi voz |
Y de
saltar los muros de mis alabanzas |
Estamos
cosidos por la misma estrella |
Estás
atada al ruiseñor de las lunas |
Que
tiene un ritual sagrado en la garganta |
70 |
|
Qué me
importan los signos de la noche |
Y la
raíz y el eco funerario que tengan en mi |
(
pecho |
Qué me
importa el enigma luminoso |
Los
emblemas que alumbran el azar |
Y esas
islas que viajan por el caos sin destino a |
75 |
(
mis ojos |
Qué me
importa ese miedo de flor en el vacío |
Qué me
importa el nombre de la nada |
El
nombre del desierto infinito |
O de la
voluntad o del azar que representan |
Y si en
ese desierto cada estrella es un deseo de |
50 |
(
oasis |
O
banderas de presagio y de muerte |
Tengo
una atmósfera propia en tu aliento |
La
fabulosa seguridad de tu mirada con sus cons- |
(
telaciones íntimas |
Con su
propio lenguaje de semilla |
Tu
frente luminosa como un anillo de Dios |
85 |
Más
firme que todo en la flora del cielo |
Sin
torbellinos de universo que se encabrita |
Como un
caballo a causa de su sombra en el aire |
Te
pregunto otra vez |
¿Irías
a ser muda que Dios te dio esos ojos? |
90 |
Tengo
esa voz tuya para toda defensa |
Esa voz
que sale de ti en latidos de corazón |
Esa voz
en que cae la eternidad |
Y se
rompe en pedazos de esferas fosforescentes |
¿Qué
sería la vida si no hubieras nacido? |
95 |
Un
cometa sin manto muriéndose de frío |
Te
hallé como una lágrima en un libro olvidado |
Con tu
nombre sensible desde antes en mi pecho |
Tu
nombre hecho del ruido de palomas que se |
( vuelan |
Traes
en ti el recuerdo de otras vidas más altas |
100 |
De un
Dios encontrado en alguna parte |
Y al
fondo de ti misma recuerdas que eras tú |
El
pájaro de antaño en la clave del poeta |
Sueño
en un sueño sumergido |
La
cabellera que se ata hace el día |
105 |
La
cabellera al desatarse hace la noche |
La vida
se contempla en el olvido |
Sólo
viven tus ojos en el mundo |
El
único sistema planetario sin fatiga |
Serena
piel anclada en las alturas |
110 |
Ajena a
toda red y estratagema |
En su
fuerza de luz ensimismada |
Detrás
de ti la vida siente miedo |
Porque
eres la profundidad de toda cosa |
El
mundo deviene majestuoso cuando pasas |
115 |
Se oyen
caer lágrimas del cielo |
Y
borras en el alma adormecida |
La
amargura de ser vivo |
Se hace
liviano el orbe en las espaldas |
|
120 |
Mí
alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos |
(Reconozco
ese ruido desde lejos) |
Cuando
las barcas zozobran y el río arrastra tron- |
(
cos de árbol |
Eres
una lámpara de carne en la tormenta |
Con los
cabellos a todo viento |
Tus
cabellos donde el sol va a buscar sus mejores |
125 |
(
sueños |
Mi
alegría es mirarte solitaria en el diván del |
(
mundo |
Como la
mano de una princesa soñolienta |
Con tus
ojos que evocan un piano de olores |
Una
bebida de paroxismos |
Una
flor que está dejando de perfumar |
130 |
Tus
ojos hipnotizan la soledad |
Como la
rueda que sigue girando después de la |
(
catástrofe |
Mi
alegría es mirarte cuando escuchas |
Ese
rayo de luz que camina hacia el fondo del |
(
agua |
Y te
quedas suspensa largo rato |
135 |
Tantas
estrellas pasadas por el harnero del mar |
Nada
tiene entonces semejante emoción |
Ni un
mástil pidiendo viento |
Ni un
aeroplano ciego palpando el infinito |
Ni la
paloma demacrada dormida sobre un |
140 |
(
lamento |
Ni el
arcoiris con las alas selladas |
Más
bello que la parábola de un verso |
La
parábola tendida en puente nocturno de alma |
(
a alma |
Nacida
en todos los sitios donde pongo los ojos |
Con la
cabeza levantada |
145 |
Y todo
el cabello al viento |
Eres
más hermosa que el relincho de un potro en |
(
la montaña |
Que la
sirena de un barco que deja escapar toda |
(
su alma |
Que un
faro en la neblina buscando a quien |
(
salvar |
Eres
más hermosa que la golondrina atravesada |
150 |
(
por el viento |
Eres el
ruido del mar en verano |
Eres el
ruido de una calle populosa llena de |
(
admiración |
Mi
gloria está en tus ojos |
Vestida
del lujo de tus ojos y de su brillo interno |
Estoy
sentado en el rincón más sensible de tu |
155 |
(
mirada |
Bajo el
silencio estático de inmóviles pestañas |
Viene
saliendo un augurio del fondo de tus ojos |
Y un
viento de océano ondula tus pupilas |
Nada se
compara a esa leyenda de semillas que |
(
deja tu presencia |
A esa
voz que busca un astro muerto que volver a |
160 |
( la vida |
Tu voz
hace un imperio en el espacio |
Y esa
mano que se levanta en ti como si fuera a |
(
colgar soles en el aire |
Y ese
mirar que escribe mundos en el infinito |
Y esa
cabeza que se dobla para escuchar un mur- |
(
mullo en la eternidad |
Y ese
pie que es la fiesta de los caminos |
165 |
(
encadenados |
Y esos
párpados donde vienen a vararse las cente- |
(
llas del éter |
Y ese
beso que hincha la proa de tus labios |
Y esa
sonrisa como un estandarte al frente de tu |
(
vida |
Y ese
secreto que dirige las mareas de tu pecho |
Dormido
a la sombra de tus senos |
170 |
|
Si tú
murieras |
Las
estrellas a pesar de su lámpara encendida |
Perderían
el camino |
¿Qué
sería del universo? |
DE ALTAZOR O EL VIAJE EN PARACAÍDA