21 de abril de 2017

Lirismo Cochón - David Rocha Cortez.



David Rocha, Managua 1990.

A Persona Núñez García [1]


Uno

Este lirismo cochón huele a hombre sudado, a macho y loca sudando en un baño público como si la vida se esfumara por los poros. Este lirismo que confundirán con una voz poética cobarde y femenina, con un sujeto desdoblado en quien sabe qué palabra. Este lirismo que se queda escrito para siempre en mi cuaderno. Lirismo silente que no encuentra anclajes en monumentos, en edificios progresistas, en estampas, en escudos, en luces de neón, en besos públicos, en tardes de domingo.
Comprenderán, quizás, que este lirismo me deshoja como los tibios ríos de la muerte; como la lluvia metálica del asfalto urbano; como la asfaltada letra que nunca escribiré en un diario viejo.

Este lirismo cochón trastornado y sucio, de izquierda, centro, derecha, de hombres con raras costumbres, de cifras sidóticas y de hemorroides casuales. Este lirismo es tan solo es, es solo tan es lirismo este, acochonado y revuelto como las veces más que he besado a la muerte.

Dos

Una también ha sido rechazada. Se cree que en el guetto, en el mundo underground de las abyecciones, se cree que en el circo imperial de las plumíferas rarezas todos somos hermanos… Pero la verdad, la verdad es otra, quién es dueña de la verdad, ¿quién reconoce a la Drag Queen justiciera?



Tres

La electrificada urbe que deselectrifica. Se dañó la planta dicen algunos. ¡Si!, se nos dañó la planta de los pies por querer andar a oscuras sin vernos la palma de la mano. Se nos dañó también de marchar y marchar y marchar una y otra vez a la sombra de los próceres y los placeres patrios. La electrificada urbe se deselectrifica, ¿quién la electrificará?

Cuatro

¿Por qué vuelven las cosas? ¿Por qué miran las locas? Por qué este lirismo cochón que no será escrito en ningún diario viejo y sepia, en ningún diario bucólico y costumbrista románticamente exótico y oxidado. Basta con ser una mismo, uno misma y saltar la verja de los besos ágiles. ¡Saltemos la verja!, ¡Saltemos la verba!, ¡Saltemos la verga!, ¡Saltemos las cuerpas! Las cuerpas lánguidas de locas tercermundistas que se deslumbran ante el olor del detritus imperial. ¿Por qué marchamos? ¡Por el marxismo! ¿Por qué marchamos? ¡Por el comunismo! ¿Por qué marchamos? ¡Por la democracia neoliberal! ¿Por qué marchamos? ¡Por la calle rota y el hambre! ¿Por qué marchamos? ¡Por perras! ¿Por qué marchamos? ¡Por el Sarcoma y el Kaposi! ¿Por qué marchamos? ¡Por el lirismo cochón!



Cinco

Después de la tormenta viene la lluvia, la brisa, los estragos, el silencio y los llantos y después, mucho después viene la calma. Pero eso es mentira, es otra de las teatralidades múltiples que nos vende el grindr, el manhunt y el chat. Después del contacto viene otro contacto y así nos vamos contactando con la apostrofe del morbo, del sexo riesgoso y morboso, del semen desconocido contraído en el esfínter rojo. ¿Por qué marchamos? ¡Por el esfínter rojo! ¿Por qué marchamos? ¡Por el esfínter roto! ¿Por qué marchamos? ¡Por los tacones rotos! ¡Cochones sí, pero con dignidad!


Seis

La sidótica manía descontrolada. La chinfónica orquestación del esfínter rojo. La bala que me hiere es una bala líquida y blanca y si me hiere las plumas será bala con alma. Drag drag drag, queen queen queen. De dos en dos, de cien cien, de mil en mil. Drag drag drag, queen queen queen, vienen las locas cargando el fúsil. Un trozo de tus labios es casi como el infinito afecto de cargar la pesada ciudad cuesta arriba. En este travestido vacío se espermea la posibilidad sifilítica de una poesía trans: transoceánica, transportista, transvestida, transnacional, transpasada de moda, translúcida en su hastío de vaselina, transdivina en sus luces de neón urbano, translíquida, translíquida, translíquida. Transquilamente deshecha después de la lluvia.




[1]  Publicado en la revista Deshonoris Causa  número 47, junio-octubre 2016.

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David J. Rocha Cortez. Managua 1990. Titiritero, crítico teatral e investigador cultural. Desde hace 10 años forma parte del Teatro de Títeres Guachipilin y es fundador del proyecto interdisciplinario Extra Teatro. Ha incursionado en la crónica, la narrativa y la prosa poética. Sus textos han sido publicados en México, Nicaragua y Cuba. Es administrador del blog "Crónicas de la ciudad".

http://cronicashmsx.blogspot.com/

17 de abril de 2017

Poemas - Nelson Blass García

Nelson Enrique Blass García
Masatepe  (1992) 


Hidrofobia


                                                                                           A Anto Rosales, por supuesto.


Sos agua de mar
Lago
Laguna
Rio
Y yo no puedo nadar.
No puedo adentrarme a tu cuerpo.

Me llamas con voz de sirena
Como a Ulises.
Yo resisto.
Me enraizó en la orilla.

Si me atrevo adentrarte
Sos ola impetuosa sobre mi complexión
Sos mirada femenina tocando nervios expuestos
Intimidando.
                                                                                                              (2014)


La oscuridad se intensifica a mí alrededor
Todo es sombra.
El instante se estira, se tensa
Todo depende de un desprendimiento.
El vacío lo llena todo
Llena mi mente.
El eco de voces perdidas
Atropellan, incomodan
Desequilibrando a atlas.
Mi cabeza hierve ¡punto de ebullición!
Aguas termales danzan en mi cráneo
Las neuronas excitadas copulan en grandes orgias
Pero son estériles, No se regeneran
Mi coeficiente intelectual disminuye.
Esquizofrenia

                                                                                                            (2012)


La palabra.

Se desborda desnuda, imperfecta
Producto del aborto
De lo incomodo que es callar.
Se muestran toscas
Y golpean al ser escuchadas;
Son hijas no deseadas entre el corazón y la mente.

Otras veces
Cuando las busco para jugar al poeta
Se esconden, se vuelven clandestinas;
Y olvido sus significados.
Son astutas
Me asedian por las madrugadas
Cuando estoy indefenso,
A la mañana siguiente intento recordar
Pero es en vano.

                                      Septiembre 20, 2013
 
“Autorretrato con el ojo arrancado”
Victor Brauner.

Quedaran mis cuencas vacias

Inexistentes en el tiempo;
Sintiendo el frio de la muerte
Carentes de esclerótica
Iris
Humor acuoso
Humor vítreo
Carentes de cualquier sustancia,
Incapaz de ver el reflejo de otros ojos.


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Nelson Enrique Blass García (1992) Masatepe. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánica. Ha participado en talleres de poesía y narrativa impartidos en la UNAN-Managua, Centro Cultural Nicaragüense Norteamericano. Autor del poemario inédito “El árbol del mal”. Ha organizado actividades como lecturas de poemas, cuentos y conversatorios, tanto en Fundación Luisa Mercado (Masatepe) como en el municipio de San Marcos.  


11 de abril de 2017

Sobre escombros, trampas de memoria y sonidos del recuerdo.


Por Ian David Briceño.

Marina Moncada nació en junio de 1949, en Managua. Se define como “una escritora tardía pero de lectura temprana”. Es una digna representante de la poesía contemporánea nicaragüense. Sin duda su poesía abriga y expone sus más recónditos sentimientos. Un poemario donde Marina se nos presenta como la niña que creció en la casa llena de música y como la mujer subversiva, inquieta, y disconforme con la realidad cambiante e hiriente. En cada letra destila precisión y extrema sensibilidad. Memoria desplomada constituye la  geografía del corazón de Moncada, mana de evocaciones en las cuales se descubre  así misma sin maquillaje, sin preámbulo mostrándonos los surcos, fragmentaciones y hondura  de su alma. También Marina recoge voces ajenas, “atrapa” esas imágenes y entresueños que hacen ecos en su vida aun después de tantos años.

El poemario  Memoria desplomada de Marina Moncada presenta tres secciones: Escombros de memoria, Trampas de la memoria, y Sonidos del recuerdo. Y un cuento al final del índice titulado, Juegos de azar.

Leo a Marina con honda nostalgia, y veo el tiempo a través de sus letras, un tiempo que recoge minuciosamente soledad, ruinas y emboscada de la memoria, inexorables y  agudos sonidos del recuerdo. Es muy difícil leer Memoria Desplomada y no sentirse un poco humano, ligeramente desgraciado.


Memoria Desplomada.

Mi memoria se partió en dos:
posa oronda al lado
de la vida desenfadada
la otra se diluye
entre ayeres y mañanas
Afanado no busques la de antes,
la que desplomaste
y si la encuentras recuerda
que tus balas no fueron de salva
tampoco intentes arrancarle los perdigones
La muerte, no lo olvides
es un asunto solitario
así es que déjala
desangrarse en paz.

Carboncillo

Estoy de nuevo frente a la página.
Con una sola línea obscurezco
su blanco cegador
frustrada, la borro con
el extremo del carboncillo.
La tiro a la basura
pero quedan huellas
sobre las que repinto tu rostro
reflejado en mi sombra.



Sin previo aviso

Quedé con los recuerdos en la punta de la memoria.
Sin previo aviso...
“El amor ordenado -decías- es para el resto de la gente;
es mejor la pasión enmarañada,
donde los detalles ocupan un ínfimo espacio”.
Prevaleció despejado el desorden
de nuestros encuentros, cuando el mundo 
estaba a nuestro entero favor.


Panorama

El tiempo me lleva colgada en su espalda,
desde lo alto veo pasar la vida en panorámica
apresuro el paso y alcanzo a ver los restos:
memoria explayada en el recuerdo
tu sombra sobre mi cuerpo.